EL TRABAJO DESDE LA PERSPECTIVA DE
GÉNERO
INTRODUCCIÓN
En esta
ocasión se presenta dos tópicos interesantes de discusión en un punto de
comparación que acarrea una extensa explicación, vienen de la mano. Es muy fácil
pensar que cuestiones de género se entiende por la diferencia de sexo entre los
seres humanos, mas sin embargo, se trata de muchas características que se fue
aprendiendo en clase.
La
estratificación del universo laboral por género, etnicidad y clase es uno de
los principales mecanismos de estructuración de las desigualdades socio-culturales
y económicas de la sociedad boliviana.
El
cambio sustancial y sostenible de la distribución de recursos y oportunidades
implica tanto la recomposición del mercado de trabajo y, por lo tanto, de los
flujos de ingreso laboral como la distribución directa vía políticas sociales
de las riquezas generadas por el país.
DESARROLLO
Mientras
la distribución directa de los recursos es necesaria para corregir la
acumulación desigual de recursos y oportunidades y para acelerar los procesos
de inclusión social, la reestructuración del mercado de trabajo es central para
lograr la movilidad social ascendente de la mayoría de los y las bolivianas en
sintonía con el crecimiento de la riqueza nacional.
Enfrentamos
dos desafíos centrales en la agenda socio-laboral: la generación de más y
mejores empleos para hombres y mujeres, indígenas y no indígenas y la expansión
de la cobertura público-formal de la protección social que ha recaído sobre las
familias, comunidadesy el mercado.
Partimos
del supuesto de que la promoción de la equidad de género y étnica en el
universo laboral requiere de la adopción de una perspectiva analítica, que
permita incluir las condiciones específicas de la inserción laboral de grupos y
categorías sociales entre los desafíos estructurales del desarrollo económico y
social de Bolivia.
Desde
la perspectiva de género, las realidades socio-laborales de hombres y mujeres
están constituidas por el conjunto de actividades orientadas a la generación de
ingreso y a la reproducción de la familia. El concepto de trabajo abarca tanto
las actividades generadoras de ingreso como aquellas desarrolladas en el ámbito
de los hogares y de las comunidades que, pese a no generar un ingreso, son igualmente
importantes para la reproducción de las personas, las familias y la sociedad en
general. [1]
El
posicionamiento de las actividades no remuneradas (dentro de hogares o en redes
sociales) al mismo nivel conceptual del trabajo remunerado es central para
comprender las oportunidades concretas de hombres y mujeres para asegurar su
reproducción y mejorar las condiciones de vida, tanto propias como de sus
familias. Debido a las relaciones de género actualmente vigentes en la sociedad
boliviana, las cuales asignan a las mujeres la responsabilidad del cuidado en el
seno de las familias y de las comunidades, las modalidades de inserción laboral
de las mujeres dependen de las alternativas de conciliación de las actividades
de cuidado, las cuales se estructuran a partir de la distribución del trabajo
de cuidado al interior de las familias y de la existencia y accesibilidad de
servicios públicos (estatales y no estatales) y privados de atención a niños y
ancianos.[2]
La
comprensión de que las condiciones de inserción ocupacional de las mujeres
depende, en gran medida, de la distribución de las responsabilidades del
cuidado al interior de la familia y, entre el Estado, el mercado y la familia,
ha consolidado la demanda de inclusión de la economía del cuidado en la agenda
pública como tema central para la promoción de la equidad de género en las
relaciones laborales.
CONCLUSIONES
En tanto
las líneas sean analizadas; en cuanto a trabajo en perspectiva de género;
debemos ser conscientes al analizar, funciones a asignar, remuneración, condiciones
laborales, clima laboral, etc. Se debe promover la igualdad de trato en el
acceso al mercado laboral, que no sea dificultoso obtener un empleo
especialmente para las mujeres.
En síntesis
todos y todas merecemos la oportunidad de surgir con un empleo digno, una
fuente de trabajo que asegure estabilidad económica en los hogares, hombres,
mujeres, de religión y culturas diferentes; necesitamos que se siga promoviendo
con mayor empuje la igualdad de género y la igualdad de oportunidades.